Semana 1

A las 7 de la mañana había llegado a la universidad. La clase que tenía antes de investigación social era Media Economics, lo curioso es que la clase la tengo en el salón de al lado, el B-111. Gracias a esto, llegué muy puntual a la clase. Cuando entré al salón me senté en mi zona de confort: la parte de atrás del salón.  No me gusta hacer nuevos amigos así que me senté con mis amigos de siempre. Como conocía a poquitas personas, no me sentía cómoda molestando (o molestando tanto) como suelo hacerlo y le guardé el puesto a un amigo que siempre llega tarde.

Comencé a analizar poco a poco a las personas que entraban al salón. Había personas que alguna vez había visto y de igual manera había gente que nunca había visto. Empecé a pensar en que semestre estaba cada uno y a darme cuenta de que éramos poquitos los que estábamos en sexto semestre. Hay una variedad de personas muy grande, pero a mi percepción, había más estudiantes de Audiovisual que de Social o Corporativa.

El profesor comenzó a hablar y sospeché que nos haría presentar. No hay nada que me guste menos que presentarme, me siento observada y juzgada. Pero, el profesor propuso una idea diferente de presentarnos, sin que nosotros supiéramos que íbamos a hacer. Nos hizo arrancar una hoja de cuaderno y dibujar algo que nos representara. Ahí empezó mi primer dilema: ¿Qué me representa? Después de pensar mucho tiempo, no logré encontrar lo que me representaba, así que le pregunté a mis amigos y los tres llegaron a la conclusión de que eran las manillas. Mi segundo dilema comenzó cuando me di cuenta de que no sé dibujar y mis manillas no parecían manillas. Se lo mostré a Santiago y me dijo que estaba horrible, se estresó e hizo el dibujo él.

Luego, el profesor recogió los dibujos y pensé que hasta ahí llegaría la actividad, pero no. La idea era que íbamos a analizar a nuestros compañeros a raíz de lo que dibujaron. Ahí empezó mi tercer dilema: ¿cómo voy a analizar a alguien a raíz de un dibujo? A mí me tocó analizar una guitarra. Me considero una persona mala para analizar cosas, en especial personas, no soy tan detallista y me cuesta leer a las personas. En esta actividad me sentí frustrada porque no sabia que decir acerca del dibujo, solo era una guitarra. Aun así, traté de hacer el mayor esfuerzo por lograr describir a la persona que probablemente había hecho el dibujo. Al principio pensé que lo había dibujado un hombre, el cual era apasionado por el arte y más por la música, que tenía como hobby tocar la guitarra.

Cuando escribí que la persona que dibujó era un hombre, lo hice basándome en los trazos y hay que aceptar que estaba feo el dibujo (aunque yo no soy quién para juzgar porque también dibujo feo) Mis amigos me dijeron que estaba prejuzgando a la persona del dibujo, pues no necesariamente los hombres dibujo feo ni las mujeres lindo. Igual ya lo había escrito y el profesor estaba pasando, recogiéndolos. Cuando todos terminamos, el profesor empezó a decir, en voz alta, lo que habíamos escrito. El escarnio público siempre ha sido mi temor, siento que las personas se van a burlar de mí, así que cuando el profesor empezó a leer lo que habíamos escrito y a preguntar quien había escrito cada cosa, sentí presión. No quería que mostrara mi dibujo, dibujado por Santiago, ni el de la persona que había analizado. Cada que mostraba uno de los análisis me sentía tonta, porque todos mis compañeros habían hecho un muy buen trabajo y creía que el mío había quedado mal. La actividad era graciosa, la gente hacia apuntes buenos, pero eso no me quitaba los nervios. Cuando el profesor mostraba el dibujo y el análisis, devolvía la hoja a su respectivo dueño y este decía si lo que habían analizado era verdadero o no. Después, tenían que decir su nombre, semestre, carrera, que sabia o esperaba de la clase y cuáles eran sus hobbies.

Cuando mostraron el que yo analicé me di cuenta de que si estaba flojo el análisis y que la persona en realidad era una mujer. Después pasé yo y fue menos traumático de lo que esperaba. También, al ser de los últimos en pasar los nervios disminuyeron.

Cuando terminaron las presentaciones, empezamos formalmente la presentación del curso. El profesor nos explicó como funcionaría el curso y nos explicó sobre el cono del aprendizaje de Edgar Dale. Me llamó mucho la atención porque nunca lo había escuchado y me di cuenta de que realmente tiene mucho sentido y yo no pongo en practica eso. Me hizo recapacitar sobre que realmente hago para rendir con mis trabajos y que no me esfuerzo lo suficiente. También, nos mostró sobre Habilidades de Pensamientos de Orden Superior (HOTS) y Habilidades de Pensamiento de Orden Inferior (LOTS) de la taxonomía de Bloom. Todo esto relacionado con la salida de la zona de confort, pues “todo aprendizaje está fuera de nuestra zona de confort”

Para demostrarnos que esto es aplicable y que podríamos aprender mejor que esta manera, nos colocó un vídeo que explicaba más profundamente los conceptos. Nos preguntó qué había hecho, nos hizo caer en cuenta que había aplicado lo que nos acababa de explicar y nos demostró que realmente si funciona. Ahí, me di cuenta de que no me gusta salirme de mi zona de confort, donde solo busco mi estabilidad, temo por lo que pueda pasar fuera de ese cómodo lugar. Después de esta clase, entendí la importancia de arriesgarme, de retar mi mente, de no conformarme con lo poco que uno puede aprender solamente escuchando. Mi reto para esta clase es salirme del espacio cómodo en el que a mi mente le gusta estar. El cambio es parte del aprendizaje y del crecimiento personal.

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