Semana 5
Gabriela Triana Méndez
Organizar
el tiempo es la clave
El día comenzó muy soleado. Como todas las clases, comenzamos
leyendo las bitácoras. Dos de mis amigos se ofrecieron para leer sus bitácoras
y empezamos con la de Santiago Ballén. Me pareció una bitácora muy completa y
me sentí identificada con lo que expuso en esta porque, de hecho, es lo que me
está pasando en este momento. Para mí es muy difícil centrar la atención en una
sola actividad y siento que los dispositivos móviles son los culpables de esto.
A pesar de que trato de centrar toda mi atención en una actividad, cualquier
mínima distracción atrae mi atención al punto de hacerme perder horas de mi
vida. Algo que me ha funcionado para mejorar esto es la técnica “pomodoro”
Esta técnica consiste en dividir el tiempo de estudio en
rangos de 25 minutos, con cinco de descanso, cuando se realizan cuatro de estas
repeticiones, se vuelve a empezar otro ciclo. Esta técnica tiene varias ventajas,
como la disciplina, aumento de productividad, aumento de la concentración y
mayor tiempo libre. Gestionar el tiempo de esta manera me ha ayudado a que mi
manera de estudiar y rendimiento aumente y no me sienta abrumada haciendo trabajos.
La segunda bitácora fue la de Camila Botero. Leyendo la de Cami
nos dimos cuenta de que cae mucho en las cacofonías. Estas son “un sonido
desagradable para el oído y que se presenta por la repetición innecesaria,
recurrente o cercana de fonemas en una misma frase” Para esto, el profesor nos
presentó “estilector”, una página donde podemos subir nuestros escritos con el
fin de corregir esos pequeños errores de los que, a veces, no nos damos cuenta.
Cuando puse mi bitácora aquí, las correcciones que me salieron fueron pocas y
me sentí bien conmigo misma. En esta actividad nos demoramos un poquito de
tiempo.
Cuando terminamos, comenzamos a socializar sobre el taller que
íbamos a hacer sobre “Avatar”. A mí la película casi no me gusta, pero, al
verla con más atención, pude fijarme en pequeños detalles que me gustaron y me
hicieron comprender cosas que, parecen muy obvias, pero que había omitido. Al socializar empezamos a hablar del etnocentrismo
y no pude evitar pensar que somos seres que siempre estamos predispuestos a las
cosas. Tenemos a veces muchas criticas o malos pensamientos sobre un grupo
especifico de personas aun sin saber realmente quienes son o que hacen. Siempre
tendemos a juzgar a las personas. Me pregunto, ¿seremos capaces de investigar
un fenómeno cultural sin predisponernos previamente? La respuesta a esto puede
ser muy fácil, algunos dirán a ciencia cierta que sí, pero muy adentro de
nosotros siempre va a existir esa rencilla y la tendencia a juzgar frente a algo
que nos parece novedoso y hasta raro.
Hablamos también del trabajo de campo que vamos a realizar y
el profesor nos dio varios ejemplos de compañeros de semestres anteriores de lo
que debíamos y no hacer. Nos habló del yolocausto, el cual fue una serie
de fotografías editadas por el artista Shahak Shapira, donde seleccionaba
algunas fotos de turistas que se tomaban en el monumento al holocausto y les
mostraba que no era un lugar de burla, sino un homenaje a todas las víctimas de
este hecho. Algunas personas llegaban a este lugar a tomarse fotos saltando, haciendo
poses de yoga, haciendo malabares, etc, siendo este un acto irrespetuoso para las
miles de personas que murieron en ese lugar.
Realizamos un control de lectura en el cual me fue bien y siento
que fue gracias a la antes mencionada técnica pomodoro. Al momento de leer las
lecturas, tomé apuntes de palabras claves que pudiera recordar con facilidad y
esto me ayudó a que en el control los resultados fueran buenos. También logré
identificar que, al escuchar lo que estoy leyendo, puedo recordar de manera más
fácil las cosas, entonces leo en voz alta y mi nivel de comprensión y concentración
aumenta.
Para terminar la clase, pasó el grupo de Laura Olarte y
Natalia Bernal a exponer sobre la fenomenología. Este tipo de investigación se basa
en las experiencias de un individuo y de ahí empezar a investigar. Se basa más
que todo en la subjetividad y permite comprender la realidad desde la perspectiva
del sujeto de estudio. Siento que fue una exposición muy completa y logré
comprender todos los conceptos que dieron. Realizamos una actividad que me
estresó bastante, porque desde el celular no me dejaba hacerla bien y quería
ganarme unas gomitas; al final se las ganó Santi y nos compartió a todos.
La clase me dejó bastante pensativa frente a la manera en cómo vemos a las personas. Nos contó el caso de unos compañeros que realizaron su trabajo de campo en los prostíbulos. En este sitio, encontraron a una joven de su misma edad que trabajaba ahí. Cuando terminaron el trabajo, la muchacha se puso en contacto con ellos para que salieran, a lo que ellos estaban un poco reacios, pues era una “prostituta”. Muchas veces, y como lo decía arriba, tenemos una imagen errada de las personas y las juzgamos porque creemos que lo que hacen no es lo “normalmente correcto”. Toda la vida nos han inculcado el pensamiento de que las trabajadoras sexuales son malas, son personas a las que se les debe mirar por encima del hombro y que no merecen el mismo trato de otras. Crecemos con juzgamientos y predisposiciones que nos vuelven personas sin empatía. No nos interesa pensar en el trasfondo de las situaciones, no nos paramos a pensar en por qué las personas hacen lo que hacen. La razón por la que esta joven era prostituta era porque tenía que mantener una familia, tuvo una vida difícil y esto la ayudó a salir de eso. Siento que la idea de esta clase es, más allá de saber investigar, poder conectar con las personas, conocer historias y diferentes realidades que nos demuestren que la vida es más que lo que conocemos en la cotidianidad y que la empatía es la clave para que los prejuicios se vayan y podamos convivir mejor.
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